Lideres exitosos que empoderan a sus colaboradores.

Los lideres deben fomentar el compromiso de los empleados, no forzarlo. Sentirse comprometido y empoderado en el trabajo surge de un sentido de propiedad sobre las tareas que se realizan, así como de un sentido de participación en los objetivos generales. Las organizaciones que alientan a los empleados a asumir dicha propiedad en todo lo que completan y logran pueden retener a los mejores talentos al mantener niveles más altos de compromiso, productividad y satisfacción.
Sin embargo, existe una dura verdad que puede dificultar que los gerentes corrijan errores anteriores: es mucho más fácil cultivar el compromiso y la propiedad desde el inicio de la relación laboral que corregir una actitud apática una vez que está en pleno apogeo. Investigaciones recientes de Gallup muestran que los niveles de compromiso de los empleados han caído a su punto más bajo en 11 años, con sentimientos de apatía y cambios frecuentes de trabajo que se están convirtiendo cada vez más en la norma.
Dicho esto, existe un camino relativamente rápido para crear un lugar de trabajo respaldado por un compromiso positivo de los empleados. Los líderes deben comprender la diferencia entre responsabilidad y rendición de cuentas, además de cómo trabajan juntas para impulsar el compromiso de los empleados y alcanzar los objetivos de la empresa. Esta comprensión puede impulsar las decisiones que empoderan a los empleados y comienzan a generar cambios impactantes en el lugar de trabajo.
Comprender la diferencia entre rendición de cuentas y responsabilidad
A menudo se usan indistintamente, pero cuando se trata de empoderar a los empleados con mayores niveles de compromiso y satisfacción, la rendición de cuentas ofrece el mayor potencial.
La rendición de cuentas se cultiva
Muchos empleados asocian el término “rendición de cuentas” con que sus gerentes les asignen una tarea y los responsabilicen de ella. Sin embargo, esta perspectiva punitiva puede ser contraproducente para el compromiso de los empleados y del equipo. Más bien, los empleados comprometidos ven la rendición de cuentas como una cuestión de inversión personal y propiedad.
Cuando todos los empleados están comprometidos con la misma visión del éxito de la empresa, el resultado natural es una mayor cohesión y alineación, junto con un ambiente de trabajo más feliz y saludable. Una cultura de rendición de cuentas positiva fomenta empleados que no necesitan ser microgestionados para asumir la propiedad y resolver problemas en todos los niveles de la organización.
Cuando los empleados son responsables de manera positiva, ven las responsabilidades y tareas como desafíos para cumplir y problemas para resolver con entusiasmo. Este enfoque también alienta a los empleados a sopesar el valor de lo que contribuyen a los objetivos más amplios de la empresa. Comprender cómo su rol impacta al equipo en general les da a los empleados más vigor, energía y propósito al completar sus listas de tareas.
La responsabilidad se impone
En contraste con la rendición de cuentas, una responsabilidad es algo que se le da a alguien, como un título de trabajo, una lista de deberes o una hora de inicio diaria. Naturalmente, los gerentes esperan que los empleados cumplan con sus responsabilidades, pero ese no debería ser el único estándar utilizado para medir el éxito de los empleados. Hacerlo crea un ambiente de cumplimiento rutinario que no inspira altos niveles de compromiso.
Una mera descripción del trabajo es poco probable que comprometa y energice plenamente a los empleados. Los gerentes exitosos entienden que, al final del día, tienen poco control sobre si un empleado completa una tarea o alcanza un objetivo, pero pueden empoderar a los empleados desde dentro. Estos líderes dedican tiempo y energía a moldear una cultura que valora la propiedad sobre el simple hecho de tachar tareas de una lista, dando a las responsabilidades de cada empleado un significado mucho mayor.
Cultivar una cultura de rendición de cuentas y responsabilidad
Es crucial que los líderes comiencen a empoderar a sus empleados desde el primer día. Fomentar la rendición de cuentas personal que conduce a altos niveles de compromiso de los empleados implica tres principios de un liderazgo sólido:
1. Proporcionar mentoría
Algunos empleados podrían comenzar a trabajar de inmediato desde el primer día, pero la mayoría requerirá orientación. Además, aquellos pocos que logran un éxito rápido pueden eventualmente encontrar obstáculos que impidan su progreso. Los buenos líderes se hacen disponibles para reiterar los entregables, comunicarse con los empleados y colaborar en las decisiones que pueden impulsar a todo el equipo al alinear las fortalezas individuales de los empleados con los objetivos de la empresa.
2. Buscar e incorporar retroalimentación
Cuando los gerentes promueven un discurso transparente durante las reuniones de equipo y otras funciones diarias, pueden dar efectivamente a los empleados una voz para sugerir con confianza nuevas ideas y compartir comentarios de primera mano sobre los procesos. También crea una plataforma acogedora para concebir, probar y refinar nuevas soluciones.
Un gran liderazgo consiste en comprender y activar las fortalezas de las personas que lideras. Buscar, dar e incorporar retroalimentación de manera constante y dirigirlos hacia objetivos comunes. Los empleados que se sienten valorados y saben que sus gerentes escuchan sus opiniones casi siempre están comprometidos y empoderados.
3. Fomentar el coaching
Crear una cultura laboral de primer nivel se trata de cohesión, alineación y estándares sostenibles. Alentar a los empleados más antiguos a capacitar a los nuevos impulsa un ciclo de compromiso y responsabilidad del equipo. Este coaching entre pares también es una excelente manera para que los nuevos contratados comprendan el funcionamiento interno de la empresa, internalicen los resultados clave y se sientan incluidos y valorados como miembros del equipo desde el principio. Las orientaciones detalladas pueden ayudar a los nuevos empleados a familiarizarse con las responsabilidades específicas del trabajo y los procedimientos de la empresa, mientras que el coaching mejora este aprendizaje y permite que los empleados emparejados compartan perspectivas frescas entre sí.
Crear resultados y moldear el cambio
Cultivar la rendición de cuentas personal pone a las empresas en el camino rápido hacia niveles más altos de compromiso de los empleados. Mientras que los empleados responsables hacen el trabajo, los que rinden cuentas encuentran significado en cada tarea. Una cultura de rendición de cuentas les da a los empleados la oportunidad de concentrarse en lo que importa, en lugar de perder tiempo y energía en señalar con el dedo y culpar a otros. Establecer estas expectativas desde su primer día en el trabajo alentará a los empleados a mantener una cultura laboral tan positiva.
Nuestros programas de rendición de cuentas pueden ayudar a los líderes empresariales a cerrar las brechas de desempeño y obtener los niveles de compromiso que alientan a los mejores talentos a quedarse. A medida que comunica y refuerza cuánto valora la empresa a cada empleado, puede preparar a sus equipos, compañeros líderes y a la organización en general para el éxito.